sábado, 21 de febrero de 2015

Nuestros Dobles Malditos (Casos Paranormales)

Son parecidos a nosotros, más no iguales, inconscientemente nos evitamos, pero nada nos asegura de evitar su encuentro, están repartidos por el mundo, podría hasta haber siete, más no te intereses en ellos, te aseguro que un encuentro significa tu muerte.

Esto se creía en la antigüedad, en varias mitologías, desde la egipcia hasta la nórdica, hay varios testimonios, muchas teorías y pocas respuestas. Algunos creen que somos nosotros desde el universo paralelo y por lo tanto siempre estamos de espaldas y no podemos verlo, que según esto debería de ser así, si en algún momento se cruzan miradas significaría una muerte temprana e inminente. Otros que es la bilocacion y que por lo tanto se teoriza que hay hasta 7 ''dobles''. Y los más creyentes creen que son demonios.

Aunque solo quede en una buena historia de terror, como que Lilith vendría en la noche a comer a los niños, en su momento se creía y se daba veracidad con ''Testimonios'' de casos.

Unos de los casos más conocidos e importantes fue de una maestra de escuela durante el 1800. Emilie Sagée era una mujer francesa de 32 años que daba clases como maestra en lo que hoy es Letonia.Era una maestra reconocida en el lugar, pero se empezó un rumor sobre Emilie. Se comentaba que ella tenia un doble que se materializaba y se desvanecía ante la vista de los alumnos. Un día la señorita estaba escribiendo en la pizarra como de costumbres y entonces su doble exacto apareció a su lado e imitaba todos sus movimientos.
 Un incidente en particular fue precenciado por los alumnos. El Doppelganger de la Señorita Sagée apareció en una silla y se quedo durante toda una clase, mientras podian ver a la Señorita Sagée trabajando afuera en el jardin. Uno de los alumnos intentaron acercarse antes de que se desvaneciera, pero no pudieron, ya se habia ido.


lunes, 16 de febrero de 2015

Los Gatos (Cuento Celta)



muchos relatos tenian los celtas acerca de los gatos. Decían que eran brujos poderosos y temibles, que adoraban al diablo y adoptaban la forma de animales para que nadie los descubriera. Decían que existia un grupo de gatos brujos solían juntarse para deliberar, en un sitio cercano a las rocas de las Hadas, un lugar misterioso, mágico y sobrenatural. Y decían. también, que este aquelarre se llevaba a cabo en noche de luna llena, cierto día determinado, cada año.

Cuando estaban reunidos en esas extrañas asambleas, nadie en su sano juicio se atrevía a molestarlos o acercarse a ellos. Porque quienes se habían osado hacerlo, fallecían de manera repentina, sin motivo alguno. Sólo pocos pudieron sobrevivir, pero habían enloquecido y los cabellos se volvian albinos en solo una noche, del terror que habían sentido cuando los gatos los habían mirados fijamente con esos ojos brillantes y colmados de malicia.

No se sabe con exactitud la fecha en que ocurrió esta historia, pero se calcula que, aproximadamente, en el año 1860, en un pueblo de Bretaña, vivía un hombre llamado Louis Leclerc, este hombre una noche de luna llena regresaba a su hogar tarareando una alegre canción. Como era más de media noche las calles estaban desiertas, pero aquello no le importaba a Louis que recorría despreocupado por el camino solitario. Louis estaba alegre, había estado festejando con los hombres del pueblo la buena cosecha de manzanas en esa temporada, con las que habían elaborado una sidra excelente. Podría venderla buen precio y ganar mucho dinero con el cual podría pasar un año sin privaciones. Ése era motivo más que suficiente para estar de buen humor.

Ya se encontraba bastante cerca de si hogar, cuando de pronto, al doblar un recodo, vio un numeroso grupo de gatos reunidos al rededor de una antigua cruz de piedra. Louis se quedo paralizado, en ese momento se dio cuenta de que era noche de luna llena y las historias antiguas sobre los gatos brujos y sus maléficas reuniones. Los gatos inmediatamente notaron la presencia del intruso que los había interrumpido y mostraron su enojo lanzando aullidos espeluznantes que parecían de ultratumba. Louis empezó a sudar frió, pensó en correr o pedir auxilio, pero sus piernas no respondían, el miedo lo paralizo, su voz quedo atorada en su garganta, como en esa pesadilla en que quieres gritar y no puedes, aunque en el fondo el sabia que aunque pudiera gritar, nadie vendría a salvarlos de estos demonios que le perseguirían hasta asesinarlo.

Louis temblaba al ver que los gatos no le quitaban la vista de encima, mientras encorvaban sus lomos lentamente con el pelo erizado, preparados para atacar al vestigio de movimiento.

De pronto, el felino más grande comenzó a avanzar hacia el hombre. Louis sintió terror, cerro sus ojos, y comenzó a rezar un plegaria para encomendar su alma a Dios, pues estaba seguro que seria el primero en atacarlo. Sí ese no lo mataba, seguramente los demás gatos seguirían poco después para destrozarlo. Tenía los minutos contados.

Pero cuando el animal llegó junto a él, Louis no sintió que el gato le rasguñaba el cuerpo con sus letales garras, sino que se restregaba mimosamente contra sus piernas, maullando suavemente, como si pidiera una caricia. Sorprendido, Louis abrió los ojos y, entonces, reconoció  a Max, su propio gato, el que vivía en su casa y había cuidado desde pequeño. Louis suspiró aliviado y se arrodilló para acariciar a su minino que ronroneaba contento.

Después, muy tranquilo, Louis se puso de pie y continuo su camino. Cuando paso por adelante de los felinos, que ahora le parecían inofensivos, Louis recordó el miedo que sitió hace solo instantes pensó en todas las historias y se dijo a si mismo que eran tonterías de personas supersticiosas.

Lo nunca pudo saber es que esa noche, fue salvado por que Max, su gato, le ordeno a los demás:
- No le hagan daño, el es Louis Leclerc.